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Al director musical. Salmo de David.

14 Las personas necias afirman que no hay Dios. Están corrompidas, sus obras son detestables; ¡no hay un solo individuo que haga lo bueno!

Desde el alto cielo mira el Señor para ver si entre toda la humanidad hay aunque sea uno que sea entendido y busque a Dios. Pero no; todos se han descarriado; todos están corrompidos por el pecado. No hay ninguno bueno, ¡ni siquiera uno! ¿Acaso no entienden todos los que hacen lo malo? Devoran a mi pueblo como pan; y en cuanto a orar, ¡ni pensarlo!

El terror los acosará, pues Dios está con los que lo obedecen. Los malvados frustran los planes de los oprimidos pero el Señor los protege. ¡Ojalá que desde Sion viniera Dios para salvar a su Israel! ¡Qué gozo habrá en Israel y cómo gritará de alegría Jacob, cuando el Señor haya rescatado a su pueblo!

Necedad y corrupción del hombre

(Sal. 53.1-6)

Al músico principal. Salmo de David.

14 Dice el necio en su corazón:

No hay Dios.

Se han corrompido, hacen obras abominables;

No hay quien haga el bien.

Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres,

Para ver si había algún entendido,

Que buscara a Dios.

Todos se desviaron, a una se han corrompido;

No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.(A)

¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad,

Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,

Y a Jehová no invocan?

Ellos temblaron de espanto;

Porque Dios está con la generación de los justos.

Del consejo del pobre se han burlado,

Pero Jehová es su esperanza.

¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel!

Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo,

Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.