Salmos 40
Palabra de Dios para Todos
Una canción nueva
(Sal 70)
Al director. Canción de David.
1 Yo confié sinceramente en el SEÑOR,
y él escuchó mi oración.
2 El SEÑOR me sacó del pozo de la destrucción;
me sacó del barro y del lodo.
Me puso los pies en la roca, en tierra firme,
donde puedo andar con seguridad.
3 Él puso una canción nueva en mi boca,
una canción de alabanza a Dios.
Mucha gente verá lo que Dios ha hecho y lo alabará;
se llenarán de confianza en él.
4 Afortunado el que confía en el SEÑOR
y no busca ayuda en dioses falsos.
5 SEÑOR, Dios nuestro,
tú has hecho muchas maravillas.
Tienes planes maravillosos para nosotros;
eres incomparable.
No me alcanzan las palabras
cuando intento contar tus maravillas.
6 SEÑOR, tú me has hecho entender[a]
que en realidad no esperas sacrificios ni ofrendas.
En realidad no pides sacrificios para borrar el pecado.
7 Así que dije: «Mírame, aquí estoy,
listo para hacer lo que está escrito de mí en el libro».
8 Dios mío, deseo que se haga tu voluntad;
llevo tus enseñanzas en mi corazón.
9 Le he dado a todo el mundo la buena noticia de tu victoria
y sabes que nunca dejaré de hablar de ello, SEÑOR.
10 SEÑOR, no he guardado para mí la maravilla de tus obras.
He hablado públicamente de tu justicia y de tu salvación.
No he escondido a la gran asamblea
tu fiel amor ni tu verdad.
11 No seas tacaño, SEÑOR, con tu compasión.
Que tu fiel amor y fidelidad me guarden para siempre.
12 Porque se me han venido encima
muchas desgracias.
Mis pecados me han atrapado
y no puedo escapar de ellos.
Son tantos los pecados que he cometido,
que he perdido todo el valor.
13 SEÑOR, por favor rescátame.
¡SEÑOR, ven pronto a ayudarme!
14 Que todos los que buscan destruirme
terminen sintiéndose avergonzados y humillados.
Que los que quieren hacerme daño
se retiren sin lograr nada.
15 Que los que se burlan de mí
retrocedan avergonzados.
16 Y que los que buscan tu ayuda,
encuentren dicha y felicidad.
Que los que aman tu salvación
puedan alabarte siempre diciendo:
«¡Cuán grande es el SEÑOR!»
17 Señor, ten compasión de mí,
aunque sea tan sólo un hombre pobre e indefenso.
Dios mío, tú eres quien me ayuda y me salva.
¡No llegues demasiado tarde!
Footnotes
- 40:6 tú me has hecho entender Textualmente tú has excavado mis oídos. Algunos manuscritos de LXX y He 10:5 dicen preparaste un cuerpo para mí.
Salmos 40
Reina-Valera 1960
Alabanza por la liberación divina
(Sal. 70.1-5)
Al músico principal. Salmo de David.
40 Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.
4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.
5 Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;
Y tus pensamientos para con nosotros,
No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de ellos,
No pueden ser enumerados.
6 Sacrificio y ofrenda no te agrada;
Has abierto mis oídos;
Holocausto y expiación no has demandado.
7 Entonces dije: He aquí, vengo;
En el rollo del libro está escrito de mí;
8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón.(A)
9 He anunciado justicia en grande congregación;
He aquí, no refrené mis labios,
Jehová, tú lo sabes.
10 No encubrí tu justicia dentro de mi corazón;
He publicado tu fidelidad y tu salvación;
No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.
11 Jehová, no retengas de mí tus misericordias;
Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.
12 Porque me han rodeado males sin número;
Me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista.
Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.
13 Quieras, oh Jehová, librarme;
Jehová, apresúrate a socorrerme.
14 Sean avergonzados y confundidos a una
Los que buscan mi vida para destruirla.
Vuelvan atrás y avergüéncense
Los que mi mal desean;
15 Sean asolados en pago de su afrenta
Los que me dicen: ¡Ea, ea!
16 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Jehová sea enaltecido.
17 Aunque afligido yo y necesitado,
Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi libertador eres tú;
Dios mío, no te tardes.
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