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Al Músico principal: sobre Nehiloth: Salmo de David.

ESCUCHA, oh Jehová, mis palabras;

Considera la meditación mía.

Está atento á la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,

Porque á ti oraré.

Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;

De mañana me presentaré á ti, y esperaré.

Porque tú no eres un Dios que ame la maldad:

El malo no habitará junto á ti.

No estarán los insensatos delante de tus ojos:

Aborreces á todos los que obran iniquidad.

Destruirás á los que hablan mentira:

Al hombre de sangres y de engaño abominará Jehová.

Y yo en la multitud de tu misericordia entraré en tu casa:

Adoraré hacia el templo de tu santidad en tu temor.

Guíame, Jehová, en tu justicia á causa de mis enemigos;

Endereza delante de mí tu camino.

Porque no hay en su boca rectitud:

Sus entrañas son pravedades;

Sepulcro abierto su garganta:

Con su lengua lisonjearán.

10 Desbarátalos, oh Dios;

Caigan de sus consejos:

Por la multitud de sus rebeliones échalos,

Porque se rebelaron contra ti.

11 Y alegrarse han todos los que en ti confían;

Para siempre darán voces de júbilo, porque tú los defiendes:

Y en ti se regocijarán los que aman tu nombre.

12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;

Lo cercarás de benevolencia como con un escudo.