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Salva a la gente que amas

Al director. Al compás de «El lirio del pacto». Poema de David. Fue compuesto cuando David luchó contra Aram Naharaim y Aram Soba. Joab vino y derrotó a doce mil soldados edomitas en el valle de la Sal.

Dios mío, tú te has enojado con nosotros;
    nos has rechazado y destruido.
    Ayúdanos a recuperarnos.
Tú hiciste que la tierra temblara y se abriera.
    Cierra sus grietas, porque se está desmoronando.
Tú has hecho sufrir mucho a tu pueblo,
    nos ha hecho beber un vino que aturde.
Elevaste una bandera para los que te respetan,
    para que vuelvan a encontrarte
    y así poder evitar los arqueros del enemigo. Selah

Escúchanos y usa tu gran poder para salvarnos;
    salva a la gente que amas.

Dios ha dicho en su santuario:
«Triunfaré y repartiré entre mi pueblo
    las tierras de Siquén y las del valle de Sucot.
Galaad y Manasés son míos;
    Efraín es un casco para mi cabeza.
    Judá es mi cetro real.
Moab será el recipiente en que me lavo;
    Edom será como un esclavo que me lleva la sandalia.
    Sobre la tierra de los Filisteos, gritaré la victoria».

¿Quién me guiará a la ciudad fortificada?
    ¿Quién me guiará hasta Edom?
10 Es que tú nos abandonaste.
    Dios mío, ¿saldrás tú con nuestro ejército?
11 Ayúdanos a derrotar al enemigo,
    pues la ayuda del ser humano es inútil.
12 Con Dios conseguiremos la victoria;
    él pisoteará a nuestros enemigos.

Plegaria pidiendo ayuda contra el enemigo

(Sal. 108.6-13)

Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, y destrozó a doce mil de Edom en el valle de la Sal.(A)

60 Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;

Te has airado; ¡vuélvete a nosotros!

Hiciste temblar la tierra, la has hendido;

Sana sus roturas, porque titubea.

Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;

Nos hiciste beber vino de aturdimiento.

Has dado a los que te temen bandera

Que alcen por causa de la verdad. Selah

Para que se libren tus amados,

Salva con tu diestra, y óyeme.

Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré;

Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

Mío es Galaad, y mío es Manasés;

Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;

Judá es mi legislador.

Moab, vasija para lavarme;

Sobre Edom echaré mi calzado;

Me regocijaré sobre Filistea.

¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?

¿Quién me llevará hasta Edom?

10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado,

Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?

11 Danos socorro contra el enemigo,

Porque vana es la ayuda de los hombres.

12 En Dios haremos proezas,

Y él hollará a nuestros enemigos.