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Al Vencedor: a Jedutún: Salmo de David.

En Dios solamente se reposa mi alma; de él es mi salud.

El solamente es mi fuerte, y mi salud; es mi refugio, no resbalaré mucho.

¿Hasta cuándo maquinaréis contra un varón? ¿Asesinaréis todos vosotros como pared desplomada, como cerca derribada?

Solamente consultan de arrojarle de su grandeza; aman la mentira, con su boca bendicen, pero maldicen en sus entrañas. (Selah.)

Alma mía, en Dios solamente reposa; porque de él es mi esperanza.

El solamente es mi fuerte y mi salud; mi refugio, no resbalaré.

En Dios es mi salud y mi gloria; peña de mi fortaleza; mi refugio es en Dios.

¶ Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro amparo. (Selah.)

Solamente, vanidad son los hijos de Adán, mentira los hijos del varón; pesándolos a todos juntos en la balanza, serán menos que la vanidad.

10 No confiéis en la violencia, ni en la rapiña no os envanezcáis; si se aumentare la hacienda, no pongáis el corazón en ella.

11 Una vez habló Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es la fortaleza.

12 Y tuya Señor, es la misericordia; porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.

Dios, el único refugio

Al músico principal; a Jedutún. Salmo de David.

62 En Dios solamente está acallada mi alma;

De él viene mi salvación.

Él solamente es mi roca y mi salvación;

Es mi refugio, no resbalaré mucho.

¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre,

Tratando todos vosotros de aplastarle

Como pared desplomada y como cerca derribada?

Solamente consultan para arrojarle de su grandeza.

Aman la mentira;

Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. Selah

Alma mía, en Dios solamente reposa,

Porque de él es mi esperanza.

Él solamente es mi roca y mi salvación.

Es mi refugio, no resbalaré.

En Dios está mi salvación y mi gloria;

En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.

Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;

Derramad delante de él vuestro corazón;

Dios es nuestro refugio. Selah

Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón;

Pesándolos a todos igualmente en la balanza,

Serán menos que nada.

10 No confiéis en la violencia,

Ni en la rapiña; no os envanezcáis;

Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.

11 Una vez habló Dios;

Dos veces he oído esto:

Que de Dios es el poder,

12 Y tuya, oh Señor, es la misericordia;

Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.(A)