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Al director musical. Petición de David.

70 ¡Líbrame, oh Dios! ¡Señor, apresúrate, acude en mi auxilio! Que sean humillados y confundidos los que procuran matarme. Que retrocedan avergonzados los que desean mi mal. Que se horroricen de vergüenza por haberse burlado de mí. Pero a los seguidores de Dios, llénalos de gozo. Exclamen quienes aman su salvación: «¡Qué admirable Dios!». Pero yo soy pobre y estoy necesitado. Apresúrate a socorrerme, pues sólo tú puedes ayudarme y salvarme. Oh Señor, no tardes.

Súplica por la liberación

(Sal. 40.13-17)

Al músico principal. Salmo de David, para conmemorar.

70 Oh Dios, acude a librarme;

Apresúrate, oh Dios, a socorrerme.

Sean avergonzados y confundidos

Los que buscan mi vida;

Sean vueltos atrás y avergonzados

Los que mi mal desean.

Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta hecha,

Los que dicen: ¡Ah! ¡Ah!

Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,

Y digan siempre los que aman tu salvación:

Engrandecido sea Dios.

Yo estoy afligido y menesteroso;

Apresúrate a mí, oh Dios.

Ayuda mía y mi libertador eres tú;

Oh Jehová, no te detengas.

(A)Al director musical. Petición de David.

70 ¡Ven, oh Dios, a librarme!
    ¡Ven pronto, Señor, en mi auxilio!

Que sean avergonzados y confundidos
    los que tratan de matarme.
Que retrocedan humillados
    todos los que desean mi ruina.
Que vuelvan atrás por su vergüenza
    los que se burlan de mí.
Pero que todos los que te buscan
    se alegren en ti y se regocijen;
que los que aman tu salvación digan siempre:
    «¡Sea Dios exaltado!».

Yo soy pobre y necesitado;
    ¡ven pronto a mí, oh Dios!
Tú eres mi socorro y mi libertador;
    ¡no te demores, Señor!

Ven pronto en mi ayuda(A)

(1) Del maestro de coro. De David, para hacer recordar.

70 (2) Dios mío, ¡ven a librarme!
Señor, ¡ven pronto en mi ayuda!
(3) ¡Que sean puestos en ridículo
los que tratan de matarme!
¡Que huyan en forma vergonzosa
los que quieren hacerme daño!
(4) ¡Que huyan avergonzados
los que se burlan de mí!
(5) Pero que todos los que te buscan
se llenen de alegría;
que los que desean tu salvación
digan siempre: «¡Dios es grande!»

(6) Y a mí, que estoy pobre y afligido,
Dios mío, ¡ven pronto a ayudarme!
Tú eres quien me ayuda y me liberta;
¡no te tardes, Señor!