Add parallel Print Page Options

Oye, Señor, mi voz cuando a ti clamo;
    compadécete de mí y respóndeme.
El corazón me dice: «¡Busca su rostro!»[a]
    Y yo, Señor, tu rostro busco.
No te escondas de mí;
    no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo,
    porque tú has sido mi ayuda.
No me desampares ni me abandones,
    Dios de mi salvación.

Read full chapter

Footnotes

  1. 27:8 El corazón … su rostro!» (lectura probable); A ti dice mi corazón: «Buscad mi rostro» (TM).