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Mi salvación y mi gloria proceden sólo de Dios. Él es mi refugio, la roca en donde ningún enemigo podrá alcanzarme. ¡Pueblo mío, confía en él siempre! ¡Ábrele tu corazón, pues él es nuestro refugio! El mayor de los hombres, o el más humilde, nada son ante sus ojos. En la balanza pesan menos que el aire.

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