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El Señor cuidará de Judá

10 ¡Pedidle al Señor que llueva en primavera!
    ¡Él es quien hace los nubarrones
    y envía los aguaceros!
¡Él es quien da a todo hombre
    la hierba del campo!
Los ídolos hablan con engaño,
    los adivinos tienen sueños falsos;
hablan de visiones engañosas
    y consuelan con fantasías.
¡Y el pueblo vaga como rebaño agobiado
    porque carece de pastor!

«Se enciende mi ira contra los pastores;
    castigaré a esos machos cabríos.
Ciertamente el Señor Todopoderoso
    cuida de Judá, que es su rebaño,
¡y lo convertirá en su corcel de honor
    el día de la batalla!
De Judá saldrán
    la piedra angular y la estaca de la tienda,
    el arco de guerra y todo gobernante.
Juntos serán como héroes
    que combaten sobre el lodo de las calles,
que luchan contra jinetes y los derriban
    porque el Señor está con ellos.

»Yo fortaleceré a la tribu de Judá
    y salvaré a los descendientes de José.
Me he compadecido de ellos
    y los haré volver.
Será como si nunca los hubiera rechazado,
    porque yo soy el Señor su Dios,
    y les responderé.
Efraín se volverá como un guerrero,
    y su corazón se alegrará
    como si tomara vino.
Sus hijos lo verán y se pondrán felices;
    su corazón se alegrará en el Señor.
Yo los llamaré y los recogeré.
    Cuando los haya redimido,
    serán tan numerosos como antes.
Aunque los dispersé entre los pueblos,
    en tierras remotas se acordarán de mí.
Aunque vivieron allí con sus hijos,
    regresarán a su tierra.
10 Los traeré de Egipto,
    los recogeré de Asiria,
los llevaré a Galaad y al Líbano,
    y hasta espacio les faltará.
11 Cruzarán el mar de la angustia,
    pero yo heriré sus olas,
    y las profundidades del Nilo se secarán.
Abatiré el orgullo de Asiria,
    y pondré fin al dominio de Egipto.
12 Yo mismo los fortaleceré,
    y ellos caminarán en mi nombre»,
            afirma el Señor.