y también este segundo día, durante el banquete, dijo el rey a Ester: —¿De qué se trata, reina Ester? ¡Pídeme lo que quieras y te lo concederé, aun si me pides la mitad de mi reino!
[2] Mientras bebían vino, el rey le volvió a preguntar a Ester: —¿Dime qué deseas, reina Ester? Hasta la mitad de mi reino te daría, si me lo pidieras.