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55 Y las familias de los escribas que habitaron en Jabes fueron los tirateos, los simeateos y los sucateos. Esos son los ceneos que vinieron de Hamat, padre de la casa de Recab.

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55 Y las familias de los escribas que moraban en Jabes fueron los tirateos, los simeateos y los sucateos, los cuales son los ceneos que vinieron de Hamat padre de la casa de Recab.

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Mas ellos dijeron: No beberemos vino, porque Jonadab, hijo de Recab(A), nuestro padre, nos ordenó, diciendo: «No beberéis vino jamás, ni vosotros ni vuestros hijos(B). No edificaréis casa, ni sembraréis simiente, ni plantaréis viña, ni poseeréis ninguna, sino que habitaréis en tiendas(C) todos vuestros días, para que viváis muchos días en la tierra(D) donde sois peregrinos(E)». Y nosotros hemos obedecido la voz de Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, en todo lo que él nos mandó(F) de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas, y de no edificarnos casa en donde morar, y de no tener viña, ni campo, ni sementera(G). 10 Hemos habitado solamente en tiendas(H), y hemos obedecido y hecho conforme a todo lo que nos mandó nuestro padre Jonadab(I). 11 Pero sucedió que cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió contra la tierra(J), dijimos: «Venid y huyamos(K) a Jerusalén ante el ejército de los caldeos y ante el ejército de Aram». Por eso habitamos en Jerusalén.

12 Entonces vino palabra del Señor a Jeremías, diciendo: 13 Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: «Ve y di a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: “¿No aprenderéis a escuchar mis palabras?” —declara el Señor(L). 14 “Las palabras de Jonadab, hijo de Recab, que mandó a sus hijos de no beber vino, son guardadas. Por eso no beben vino hasta hoy, porque han obedecido el mandato de su padre(M). Pero yo os he hablado repetidas veces[a], con todo no me habéis escuchado(N). 15 También os he enviado a todos mis siervos los profetas, enviándolos repetidas veces[b], a deciros: ‘Volveos ahora cada uno de vuestro mal camino, enmendad vuestras obras y no vayáis tras otros dioses para adorarlos(O), y habitaréis en la tierra que os he dado, a vosotros y a vuestros padres(P); pero no inclinasteis vuestro oído, ni me escuchasteis(Q). 16 +’Ciertamente los hijos de Jonadab, hijo de Recab, han guardado el mandato que su padre les ordenó, pero este pueblo no me ha escuchado(R)’”». 17 Por tanto así dice el Señor, Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: «He aquí, traigo sobre Judá y sobre todos los habitantes de Jerusalén toda la calamidad que he pronunciado contra ellos(S), porque les hablé, pero no escucharon, y los llamé, pero no respondieron(T)».

18 Entonces Jeremías dijo a la casa de los recabitas: Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: «Por cuanto habéis obedecido el mandato de vuestro padre Jonadab, guardando todos sus mandatos(U) y haciendo conforme a todo lo que él os ordenó, 19 por tanto, así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: “A Jonadab, hijo de Recab, no le faltará hombre(V) que esté delante de mí(W) todos los días”».

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Footnotes

  1. Jeremías 35:14 Lit., madrugando y hablando
  2. Jeremías 35:15 Lit., madrugando y hablando

Mas ellos dijeron: No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos ordenó diciendo: No beberéis jamás vino vosotros ni vuestros hijos; ni edificaréis casa, ni sembraréis sementera, ni plantaréis viña, ni la retendréis; sino que moraréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días sobre la faz de la tierra donde vosotros habitáis. Y nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab hijo de Recab en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas; y de no edificar casas para nuestra morada, y de no tener viña, ni heredad, ni sementera. 10 Moramos, pues, en tiendas, y hemos obedecido y hecho conforme a todas las cosas que nos mandó Jonadab nuestro padre. 11 Sucedió, no obstante, que cuando Nabucodonosor rey de Babilonia subió a la tierra, dijimos: Venid, y ocultémonos en Jerusalén, de la presencia del ejército de los caldeos y de la presencia del ejército de los de Siria; y en Jerusalén nos quedamos.

12 Y vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: 13 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Ve y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén: ¿No aprenderéis a obedecer mis palabras? dice Jehová. 14 Fue firme la palabra de Jonadab hijo de Recab, el cual mandó a sus hijos que no bebiesen vino, y no lo han bebido hasta hoy, por obedecer al mandamiento de su padre; y yo os he hablado a vosotros desde temprano y sin cesar, y no me habéis oído. 15 Y envié a vosotros todos mis siervos los profetas, desde temprano y sin cesar, para deciros: Volveos ahora cada uno de vuestro mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras dioses ajenos para servirles, y viviréis en la tierra que di a vosotros y a vuestros padres; mas no inclinasteis vuestro oído, ni me oísteis. 16 Ciertamente los hijos de Jonadab hijo de Recab tuvieron por firme el mandamiento que les dio su padre; pero este pueblo no me ha obedecido. 17 Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí traeré yo sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén todo el mal que contra ellos he hablado; porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no han respondido.

18 Y dijo Jeremías a la familia de los recabitas: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Por cuanto obedecisteis al mandamiento de Jonadab vuestro padre, y guardasteis todos sus mandamientos, e hicisteis conforme a todas las cosas que os mandó; 19 por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No faltará de Jonadab hijo de Recab un varón que esté en mi presencia todos los días.

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