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21 Y mientras comían, dijo: «En verdad les digo que uno de ustedes me entregará(A)». 22 Ellos, profundamente entristecidos, comenzaron a decir uno por uno: «¿Acaso soy yo, Señor?». 23 Él respondió: «El que metió[a] la mano al mismo tiempo que Yo en el plato, ese me entregará(B). 24 El Hijo del Hombre se va, según está escrito de Él(C); pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido[b](D)». 25 Judas(E), el que lo iba a entregar[c], dijo: «¿Acaso soy yo, Rabí[d](F)?». «Tú lo has dicho(G)», le contestó Jesús.

Institución de la Cena del Señor

26 (H)Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos(I), dijo: «Tomen, coman; esto es Mi cuerpo». 27 Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: «Beban todos de ella; 28 porque esto es Mi sangre del nuevo[e] pacto(J), que es derramada por muchos(K) para el perdón de los pecados. 29 Les digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con ustedes en el reino de Mi Padre».

30 (L)Y después de cantar un himno, salieron hacia el monte de los Olivos(M).

Jesús predice la negación de Pedro

31 Entonces Jesús les dijo*: «Esta noche todos ustedes se apartarán[f] por causa de Mí(N), pues escrito está: “Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño se dispersarán(O)”. 32 Pero después de que Yo haya resucitado, iré delante de ustedes a Galilea(P)». 33 Pedro le respondió: «Aunque todos se aparten[g] por causa de Ti, yo nunca me apartaré[h]». 34 Jesús le dijo: «En verdad te digo que esta misma noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces(Q)». 35 Pedro le dijo*: «Aunque tenga que morir(R) junto a Ti, jamás te negaré». Todos los discípulos dijeron también lo mismo.

Jesús en Getsemaní

36 (S)Entonces Jesús llegó* con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo* a Sus discípulos: «Siéntense aquí mientras Yo voy allá y oro(T)». 37 Y tomando con Él a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo(U), comenzó a entristecerse y a angustiarse. 38 Entonces les dijo*: «Mi alma está muy afligida(V), hasta el punto de la muerte; quédense aquí y velen junto a Mí(W)».

39 Y adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo: «Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa(X); pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras(Y)». 40 Entonces vino* Jesús a los discípulos y los halló* durmiendo, y dijo* a Pedro: «¿Conque no pudieron velar una hora junto a Mí(Z)? 41 Velen(AA) y oren para que no entren en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil(AB)».

42 Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: «Padre Mío, si esta copa no puede pasar sin que Yo la beba(AC), hágase Tu voluntad(AD)». 43 Vino otra vez Jesús y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados de sueño. 44 Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, y dijo otra vez las mismas palabras[i]. 45 Entonces vino* a los discípulos y les dijo*: «¿Todavía están[j] durmiendo y descansando? Vean, ha llegado la hora(AE), y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 46 ¡Levántense! ¡Vamos! Miren, está cerca el que me entrega».

Arresto de Jesús

47 (AF)Mientras Jesús estaba todavía hablando, Judas(AG), uno de los doce[k], llegó acompañado de[l] una gran multitud con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. 48 El que lo entregaba les había dado una señal, diciendo: «Al que yo bese, Él es; lo pueden prender». 49 Enseguida se acercó a Jesús y dijo: «¡Salve, Rabí(AH)!». Y lo besó[m]. 50 «Amigo(AI), haz lo que viniste a hacer», le dijo Jesús. Entonces ellos se acercaron, echaron mano a Jesús y lo arrestaron.

51 Y uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada(AJ), e hiriendo al siervo del sumo sacerdote, le cortó[n] la oreja(AK). 52 Entonces Jesús le dijo*: «Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán(AL). 53 ¿O piensas que no puedo rogar a Mi Padre, y Él pondría a Mi disposición ahora mismo más de doce legiones[o](AM) de ángeles(AN)? 54 Pero, ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras(AO) que dicen que así debe suceder?».

55 En aquel momento[p] Jesús dijo a la muchedumbre: «¿Cómo contra un ladrón han salido con espadas y palos para asegurarse que me arrestaban? Cada día me sentaba en el templo para enseñar(AP), y no me prendieron. 56 Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras(AQ) de los profetas». Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.

Jesús ante el Concilio

57 (AR)Los que prendieron a Jesús lo llevaron ante el sumo sacerdote Caifás, donde estaban reunidos los escribas y los ancianos(AS). 58 Pedro fue siguiendo de lejos(AT) a Jesús hasta el patio del sumo sacerdote(AU), y entrando[q], se sentó con los guardias[r](AV) para ver el fin de todo aquello.

59 Y los principales sacerdotes y todo el Concilio[s](AW) procuraban obtener falso testimonio contra Él, con el fin de dar muerte a Jesús, 60 y no lo hallaron a pesar de que se presentaron muchos falsos testigos. Pero más tarde se presentaron dos(AX), 61 que dijeron: «Este declaró: “Yo puedo destruir el templo[t] de Dios y en[u] tres días reedificarlo(AY)”».

62 Entonces el sumo sacerdote, levantándose, le dijo: «¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos contra Ti?». 63 Pero Jesús se quedó callado(AZ). Y el sumo sacerdote le dijo(BA): «Te ordeno(BB) por el Dios viviente(BC) que nos digas si Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios(BD)». 64 Jesús le contestó*: «Tú mismo lo has dicho(BE); sin embargo, a ustedes les digo que desde ahora verán al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder(BF), y viniendo sobre las nubes del cielo(BG)».

65 Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: «¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos(BH)? Ahora mismo ustedes han oído la blasfemia. 66 ¿Qué les parece?». «¡Él es digno de muerte(BI)!», le contestaron. 67 Entonces le escupieron en el rostro y le dieron puñetazos; y otros lo abofeteaban[v](BJ), 68 y le decían: «Adivina[w], Cristo, ¿quién es el que te ha golpeado(BK)?».

La negación de Pedro

69 (BL)Pedro estaba sentado afuera en el patio(BM), y una sirvienta se le acercó y dijo: «Tú también estabas con Jesús el galileo». 70 Pero él lo negó delante de todos ellos, diciendo: «No sé de qué hablas».

71 Cuando salió al portal, lo vio otra sirvienta y dijo* a los que estaban allí: «Este estaba con Jesús el Nazareno». 72 Y otra vez él lo negó con juramento: «¡Yo no conozco a ese[x] hombre!».

73 Un poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: «Seguro que tú también eres uno de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre(BN)». 74 Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: «¡Yo no conozco al hombre!». Y al instante un gallo cantó. 75 Pedro se acordó de lo que[y] Jesús había dicho: «Antes que el gallo cante, me negarás tres veces(BO)». Y saliendo afuera, lloró amargamente.

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Footnotes

  1. Mateo 26:23 Lit. mojó.
  2. Mateo 26:24 Lit. Mejor le fuera si ese hombre no hubiera nacido.
  3. Mateo 26:25 Lit. estaba entregando.
  4. Mateo 26:25 O Maestro.
  5. Mateo 26:28 Algunos mss. antiguos omiten, nuevo.
  6. Mateo 26:31 O escandalizarán, o caerán.
  7. Mateo 26:33 O escandalicen, o caigan.
  8. Mateo 26:33 O escandalizaré, o caeré.
  9. Mateo 26:44 Lit. la misma palabra.
  10. Mateo 26:45 O siguen.
  11. Mateo 26:47 I.e. discípulos.
  12. Mateo 26:47 Lit. y con él.
  13. Mateo 26:49 Lit. le besó efusivamente.
  14. Mateo 26:51 Lit. quitó.
  15. Mateo 26:53 Una legión estaba compuesta de 6,000 soldados.
  16. Mateo 26:55 Lit. aquella hora.
  17. Mateo 26:58 Lit. entrando dentro.
  18. Mateo 26:58 O sirvientes.
  19. Mateo 26:59 O Sanedrín.
  20. Mateo 26:61 O santuario.
  21. Mateo 26:61 O después de.
  22. Mateo 26:67 O posiblemente, le herían con palos.
  23. Mateo 26:68 Lit. Profetízanos.
  24. Mateo 26:72 Lit. al.
  25. Mateo 26:75 Lit. de la palabra que.

21 Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. 22 Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor? 23 Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ese me va a entregar. 24 A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él,(A) mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. 25 Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho.

26 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre(B) del nuevo pacto,(C) que por muchos es derramada para remisión de los pecados. 29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

Jesús anuncia la negación de Pedro

(Mr. 14.26-31; Lc. 22.31-34; Jn. 13.36-38)

30 Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. 31 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.(D) 32 Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.(E) 33 Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. 34 Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 35 Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

Jesús ora en Getsemaní

(Mr. 14.32-42; Lc. 22.39-46)

36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. 37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. 38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. 39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. 40 Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? 41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. 42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad. 43 Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. 44 Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras. 45 Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 46 Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega.

Arresto de Jesús

(Mr. 14.43-50; Lc. 22.47-53; Jn. 18.2-11)

47 Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. 48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ese es; prendedle. 49 Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó. 50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron. 51 Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja. 52 Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. 53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? 54 ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga? 55 En aquella hora dijo Jesús a la gente: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo,(F) y no me prendisteis. 56 Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.

Jesús ante el concilio

(Mr. 14.53-65; Lc. 22.54,63-71; Jn. 18.12-14,19-24)

57 Los que prendieron a Jesús le llevaron al sumo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos los escribas y los ancianos. 58 Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se sentó con los alguaciles, para ver el fin. 59 Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte, 60 y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos, 61 que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo.(G) 62 Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos contra ti? 63 Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios. 64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.(H) 65 Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia. 66 ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte!(I) 67 Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban,(J) 68 diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.

Pedro niega a Jesús

(Mr. 14.66-72; Lc. 22.55-62; Jn. 18.15-18,25-27)

69 Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo. 70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. 71 Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También este estaba con Jesús el nazareno. 72 Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre. 73 Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre. 74 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. 75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.

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18 Y estando sentados[a] a la mesa comiendo, Jesús dijo: «En verdad les digo que uno de ustedes me entregará; el que come conmigo». 19 Ellos comenzaron a entristecerse y a decir uno por uno: «¿Acaso soy yo?». 20 «Es uno de los doce», les respondió, «el que moja el pan en el mismo plato que Yo. 21 Porque el Hijo del Hombre se va tal y como está escrito de Él; pero ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido[b]».

Institución de la Cena del Señor

22 (A)Mientras comían, tomó pan, y habiéndolo bendecido lo partió, se lo dio a ellos(B), y dijo: «Tomen, esto es Mi cuerpo». 23 Y tomando una copa, después de dar gracias, se la dio a ellos, y todos bebieron de ella. 24 Y les dijo: «Esto es Mi sangre del nuevo[c] pacto(C), que es derramada por muchos(D). 25 En verdad les digo, que ya no beberé más del fruto de la vid hasta aquel día cuando lo beba nuevo en el reino de Dios».

26 Después de cantar un himno, salieron para el monte de los Olivos(E).

Jesús predice la negación de Pedro

27 (F)Jesús les dijo*: «Todos ustedes se apartarán[d], porque escrito está: “Heriré al pastor, y las ovejas se dispersarán(G)”. 28 Pero después de que Yo haya resucitado, iré delante de ustedes a Galilea(H)». 29 «Aunque todos se aparten[e], yo, sin embargo, no lo haré», le dijo Pedro.

30 Jesús le contestó*: «En verdad te digo que hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces(I)». 31 Pero Pedro con insistencia repetía: «Aunque tenga[f] que morir junto a Ti, no te negaré». Y todos decían también lo mismo.

Jesús en Getsemaní

32 (J)Llegaron* a un lugar que se llama Getsemaní, y Jesús dijo* a Sus discípulos: «Siéntense aquí hasta que Yo haya orado». 33 Tomó* con Él a Pedro, a Jacobo[g] y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho(K). 34 «Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte», les dijo*; «quédense aquí y velen(L)».

35 Adelantándose un poco, se postró[h] en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de Él aquella[i] hora(M). 36 Y decía: «¡Abba, Padre(N)! Para Ti todas las cosas son posibles; aparta de Mí esta copa, pero no sea lo que Yo quiero, sino lo que Tú quieras(O)». 37 Entonces Jesús vino* y los halló* durmiendo, y dijo* a Pedro: «Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora? 38 Velen y oren para que no entren en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil(P)».

39 Él se fue otra vez y oró, diciendo las mismas palabras[j]. 40 Y vino Jesús de nuevo y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban muy cargados de sueño; y no sabían qué responder. 41 Vino* por tercera vez, y les dijo*: «¿Todavía están[k] durmiendo y descansando? Basta ya(Q); ha llegado la hora; miren, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. 42 Levántense, vámonos; ya está cerca el que me entrega».

Arresto de Jesús

43 (R)En ese momento[l], mientras Jesús estaba todavía hablando, llegó* Judas, uno de los doce discípulos, acompañado de[m] una multitud con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes, de los escribas y de los ancianos. 44 Y el que lo entregaba les había dado una señal, diciendo: «Al que yo bese, Ese es; lo prenden y se lo llevan con seguridad[n]».

45 Cuando llegó Judas, inmediatamente se acercó a Jesús y le dijo: «¡Rabí[o](S)!». Y lo besó. 46 Entonces ellos echaron mano a Jesús y lo prendieron. 47 Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó[p] la oreja.

48 Y dirigiéndose[q] Jesús a ellos, les dijo: «¿Cómo contra un ladrón han salido con espadas y palos para asegurarse que me arrestaban? 49 Cada día estaba con ustedes en el templo enseñando(T), y no me prendieron; pero esto ha sucedido para[r] que se cumplan las Escrituras». 50 Y abandonando a Jesús, todos huyeron.

Un joven sigue a Jesús

51 Cierto joven seguía a Jesús, vestido solo con una sábana sobre su cuerpo desnudo; y lo prendieron*; 52 pero él, dejando la sábana, escapó desnudo.

Jesús ante el Concilio

53 (U)Llevaron a Jesús al sumo sacerdote, y se reunieron* todos los principales sacerdotes, los ancianos y los escribas. 54 Pedro lo siguió de lejos hasta dentro del patio(V) del sumo sacerdote(W) y se sentó con los guardias[s], calentándose al fuego[t](X). 55 Y los principales sacerdotes y todo el Concilio[u](Y) procuraban obtener algún testimonio para dar muerte a Jesús, pero no lo hallaban. 56 Porque muchos daban falso testimonio contra Él, pero sus testimonios se contradecían[v]. 57 Algunos, levantándose, daban falso testimonio contra Él, diciendo: 58 «Nosotros le oímos decir: “Yo destruiré este templo[w] hecho por manos, y en tres días edificaré otro no hecho por manos(Z)”». 59 Y ni siquiera en esto coincidía[x] el testimonio de ellos.

60 Entonces el sumo sacerdote levantándose, se puso en medio y preguntó a Jesús: «¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos contra Ti?». 61 Pero Él se quedó callado(AA) y nada respondía. (AB)Le volvió a preguntar el sumo sacerdote[y]: «¿Eres Tú el Cristo[z], el Hijo del Bendito?». 62 Jesús le contestó: «Yo soy; y verán al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder(AC) y viniendo con las nubes del cielo(AD)».

63 Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus ropas(AE), dijo*: «¿Qué necesidad tenemos de más testigos? 64 Han oído la blasfemia; ¿qué les parece?». Y todos lo condenaron, diciendo que era digno de muerte(AF). 65 Y algunos comenzaron a escupir a Jesús(AG), le cubrían el rostro[aa](AH) y le daban puñetazos, y le decían: «¡Profetiza(AI)!». También los guardias[ab] lo recibieron[ac] a bofetadas[ad].

La negación de Pedro

66 (AJ)Estando Pedro abajo en el patio(AK), llegó* una de las sirvientas del sumo sacerdote, 67 y al ver a Pedro calentándose(AL), lo miró y dijo*: «Tú también estabas con Jesús el Nazareno(AM)». 68 Pero él lo negó, diciendo: «Ni sé, ni entiendo de qué hablas». Entonces Pedro salió al portal[ae](AN), y un gallo cantó[af]. 69 Cuando la sirvienta lo vio, de nuevo comenzó a decir a los que estaban allí: «Este es uno de ellos».

70 Pero Pedro lo negó(AO) otra vez. Poco después los que estaban allí volvieron a decirle: «Seguro que tú eres uno de ellos, pues también eres galileo(AP)». 71 Pero él comenzó a maldecir[ag] y a jurar: «¡Yo no conozco a este hombre de quien hablan!». 72 Al instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo[ah] que Jesús le había dicho: «Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces(AQ)». Y se echó a llorar[ai].

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Footnotes

  1. Marcos 14:18 Lit. reclinados.
  2. Marcos 14:21 Lit. a él si ese hombre no hubiera nacido.
  3. Marcos 14:24 Algunos mss. antiguos omiten, nuevo.
  4. Marcos 14:27 O escandalizarán, o caerán.
  5. Marcos 14:29 O escandalicen, o caigan.
  6. Marcos 14:31 Lit. Y si tengo.
  7. Marcos 14:33 O Santiago.
  8. Marcos 14:35 Lit. caía.
  9. Marcos 14:35 Lit. la.
  10. Marcos 14:39 Lit. la misma palabra.
  11. Marcos 14:41 O siguen.
  12. Marcos 14:43 O Inmediatamente.
  13. Marcos 14:43 Lit. y con él.
  14. Marcos 14:44 O bajo guardia.
  15. Marcos 14:45 O Maestro.
  16. Marcos 14:47 Lit. le quitó.
  17. Marcos 14:48 Lit. respondiendo.
  18. Marcos 14:49 O posiblemente, pero dejen.
  19. Marcos 14:54 O sirvientes.
  20. Marcos 14:54 Lit. a la luz.
  21. Marcos 14:55 O Sanedrín.
  22. Marcos 14:56 O no eran idénticos.
  23. Marcos 14:58 O santuario.
  24. Marcos 14:59 O era idéntico.
  25. Marcos 14:61 Lit. y dice.
  26. Marcos 14:61 I.e. el Mesías.
  27. Marcos 14:65 O los ojos.
  28. Marcos 14:65 O sirvientes.
  29. Marcos 14:65 O Lo trataron.
  30. Marcos 14:65 O posiblemente, a garrotazos.
  31. Marcos 14:68 O a la entrada.
  32. Marcos 14:68 Algunos mss. antiguos omiten: y un gallo cantó.
  33. Marcos 14:71 O a hacer voto bajo maldición.
  34. Marcos 14:72 Lit. la palabra.
  35. Marcos 14:72 O pensando en esto, lloraba; o saliendo rápidamente, se echó a llorar.

18 Y cuando se sentaron a la mesa, mientras comían, dijo Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me va a entregar. 19 Entonces ellos comenzaron a entristecerse, y a decirle uno por uno: ¿Seré yo? Y el otro: ¿Seré yo? 20 Él, respondiendo, les dijo: Es uno de los doce, el que moja conmigo en el plato. 21 A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él,(A) mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.

22 Y mientras comían, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. 23 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. 24 Y les dijo: Esto es mi sangre(B) del nuevo pacto,(C) que por muchos es derramada. 25 De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios.

Jesús anuncia la negación de Pedro

(Mt. 26.30-35; Lc. 22.31-34; Jn. 13.36-38)

26 Cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. 27 Entonces Jesús les dijo: Todos os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas.(D) 28 Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.(E) 29 Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no. 30 Y le dijo Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces. 31 Mas él con mayor insistencia decía: Si me fuere necesario morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo.

Jesús ora en Getsemaní

(Mt. 26.36-46; Lc. 22.39-46)

32 Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. 33 Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a angustiarse. 34 Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y velad. 35 Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. 36 Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú. 37 Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? 38 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. 39 Otra vez fue y oró, diciendo las mismas palabras. 40 Al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño; y no sabían qué responderle. 41 Vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. 42 Levantaos, vamos; he aquí, se acerca el que me entrega.

Arresto de Jesús

(Mt. 26.47-56; Lc. 22.47-53; Jn. 18.2-11)

43 Luego, hablando él aún, vino Judas, que era uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los escribas y de los ancianos. 44 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ese es; prendedle, y llevadle con seguridad. 45 Y cuando vino, se acercó luego a él, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le besó. 46 Entonces ellos le echaron mano, y le prendieron. 47 Pero uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja. 48 Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? 49 Cada día estaba con vosotros enseñando en el templo,(F) y no me prendisteis; pero es así, para que se cumplan las Escrituras. 50 Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.

El joven que huyó

51 Pero cierto joven le seguía, cubierto el cuerpo con una sábana; y le prendieron; 52 mas él, dejando la sábana, huyó desnudo.

Jesús ante el concilio

(Mt. 26.57-68; Lc. 22.54-55,63-71; Jn. 18.12-14,19-24)

53 Trajeron, pues, a Jesús al sumo sacerdote; y se reunieron todos los principales sacerdotes y los ancianos y los escribas. 54 Y Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los alguaciles, calentándose al fuego. 55 Y los principales sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte; pero no lo hallaban. 56 Porque muchos decían falso testimonio contra él, mas sus testimonios no concordaban. 57 Entonces levantándose unos, dieron falso testimonio contra él, diciendo: 58 Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este templo hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano.(G) 59 Pero ni aun así concordaban en el testimonio. 60 Entonces el sumo sacerdote, levantándose en medio, preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican estos contra ti? 61 Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? 62 Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.(H) 63 Entonces el sumo sacerdote, rasgando su vestidura, dijo: ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? 64 Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Y todos ellos le condenaron, declarándole ser digno de muerte.(I) 65 Y algunos comenzaron a escupirle, y a cubrirle el rostro y a darle de puñetazos, y a decirle: Profetiza. Y los alguaciles le daban de bofetadas.

Pedro niega a Jesús

(Mt. 26.69-75; Lc. 22.55-62; Jn. 18.15-18,25-27)

66 Estando Pedro abajo, en el patio, vino una de las criadas del sumo sacerdote; 67 y cuando vio a Pedro que se calentaba, mirándole, dijo: Tú también estabas con Jesús el nazareno. 68 Mas él negó, diciendo: No le conozco, ni sé lo que dices. Y salió a la entrada; y cantó el gallo. 69 Y la criada, viéndole otra vez, comenzó a decir a los que estaban allí: Este es de ellos. 70 Pero él negó otra vez. Y poco después, los que estaban allí dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres galileo, y tu manera de hablar es semejante a la de ellos. 71 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis. 72 Y el gallo cantó la segunda vez. Entonces Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y pensando en esto, lloraba.

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21 »(A)Pero, vean, la mano del que me entrega está junto a Mí en la mesa. 22 Porque en verdad, el Hijo del Hombre va según se ha determinado(B); pero ¡ay de aquel hombre por quien Él es entregado!». 23 Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí quién de ellos sería el que iba a hacer esto.

Los discípulos discuten sobre quién es el mayor

24 Surgió también entre ellos una discusión, sobre cuál de ellos debía ser considerado como el mayor(C).

25 (D)Y Jesús les dijo: «Los reyes de los gentiles se enseñorean de ellos; y los que tienen autoridad sobre ellos son llamados bienhechores. 26 Pero no es así con ustedes; antes, el mayor entre ustedes hágase como el menor[a](E), y el que dirige como el que sirve(F). 27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta[b] a la mesa, o el que sirve(G)? ¿No lo es el que se sienta[c] a la mesa? Sin embargo, entre ustedes Yo soy como el que sirve(H).

28 »Ustedes son los que han permanecido junto a Mí en Mis pruebas(I); 29 y así como Mi Padre me ha otorgado un reino(J), Yo les otorgo 30 que coman(K) y beban a Mi mesa en Mi reino(L); y se sentarán en tronos juzgando a las doce tribus de Israel(M).

Jesús predice la negación de Pedro

31 »Simón, Simón, mira que Satanás los ha reclamado a ustedes(N) para zarandearlos(O) como a trigo; 32 pero Yo he rogado por ti(P) para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos(Q)».

33 (R)Y Pedro le dijo: «Señor, estoy dispuesto a ir adonde vayas, tanto a la cárcel como a la muerte». 34 Pero Jesús le dijo: «Te digo, Pedro, que el gallo no cantará hoy hasta que tú hayas negado tres veces que me conoces».

Bolsa, alforja y espada

35 Y Él les dijo a todos: «Cuando los envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalias(S), ¿acaso les faltó algo?». «No, nada», contestaron ellos. 36 Entonces les dijo: «Pero ahora, el que tenga una bolsa, que la lleve consigo, de la misma manera también una alforja, y el que no tenga espada, venda su manto y compre una. 37 Porque les digo que es necesario que en Mí se cumpla esto que está escrito: “Y con los transgresores fue contado(T)”; pues ciertamente, lo que se refiere(U) a Mí, tiene su cumplimiento».

38 Y ellos dijeron: «Señor, aquí hay dos espadas(V)». «Es suficiente», les respondió.

Jesús en Getsemaní

39 Saliendo Jesús, se encaminó, como de costumbre(W), hacia el monte de los Olivos(X); y los discípulos también lo siguieron. 40 (Y)Cuando llegó al lugar, les dijo: «Oren para que no entren en tentación(Z)».

41 Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas(AA), oraba, 42 diciendo: «Padre, si es Tu voluntad, aparta de Mí esta copa(AB); pero no se haga Mi voluntad, sino la Tuya(AC)». 43 [d]Entonces se apareció un ángel del cielo, que lo fortalecía(AD). 44 Y estando en agonía, oraba con mucho fervor(AE); y Su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra.

45 Cuando se levantó de orar, fue a los discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza, 46 y les dijo: «¿Por qué duermen? Levántense y oren para que no entren en tentación(AF)».

Arresto de Jesús

47 (AG)Mientras todavía estaba Él hablando, llegó una multitud, y el que se llamaba Judas, uno de los doce apóstoles, iba delante de ellos, y se acercó para besar a Jesús. 48 Pero Jesús le dijo: «Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?». 49 Cuando los que rodeaban a Jesús vieron lo que iba a suceder, dijeron: «Señor, ¿heriremos a espada(AH)?».

50 Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó[e] la oreja derecha. 51 Pero Jesús dijo: «¡Deténganse! Basta de esto». Y[f] tocando la oreja al siervo, lo sanó. 52 Entonces Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los oficiales del templo(AI) y a los ancianos que habían venido contra Él: «¿Cómo contra un ladrón han salido con espadas y palos(AJ)? 53 Cuando estaba con ustedes cada día en el templo, no me echaron mano; pero esta hora y el poder de las tinieblas son de ustedes[g]».

La negación de Pedro

54 Después de arrestar a Jesús, se lo llevaron y lo condujeron a la casa del sumo sacerdote(AK); y Pedro los seguía de lejos(AL). 55 (AM)Después que encendieron una hoguera en medio del patio, y de sentarse juntos, Pedro se sentó entre ellos(AN). 56 Una sirvienta, al verlo sentado junto a la lumbre, fijándose en él detenidamente, dijo: «También este estaba con Él». 57 Pero él lo negó, diciendo: «Mujer, yo no lo conozco».

58 Un poco después, otro al verlo, dijo: «¡Tú también eres uno de ellos(AO)!». «¡Hombre, no es cierto[h]!», le dijo Pedro. 59 Pasada como una hora, otro insistía, diciendo: «Ciertamente este también estaba con Él, pues él también es galileo(AP)». 60 Pero Pedro dijo: «Hombre, yo no sé de qué hablas». Al instante, estando él todavía hablando, cantó un gallo.

61 El Señor(AQ) se volvió y miró a Pedro. Entonces Pedro recordó la palabra del Señor, de cómo le había dicho: «Antes que el gallo cante hoy, me negarás tres veces(AR)». 62 Y saliendo fuera, lloró amargamente.

Jesús escarnecido

63 Los hombres que tenían a Jesús bajo custodia, se burlaban de Él y lo golpeaban(AS); 64 Le vendaron los ojos, y le preguntaban: «Adivina[i], ¿quién es el que te ha golpeado(AT)?». 65 También decían muchas otras cosas contra Él, blasfemando(AU).

Jesús ante el Concilio

66 Cuando se hizo de día, se reunió el Concilio[j] de los ancianos(AV) del pueblo, tanto los principales sacerdotes como los escribas, y llevaron a Jesús(AW) ante su Concilio(AX), diciendo: 67 «Si Tú eres el Cristo[k](AY), dínoslo». Pero Él les dijo: «Si se los digo, no creerán; 68 y si les pregunto, no responderán. 69 Pero de ahora en adelante, el Hijo del Hombre estará sentado a la diestra del poder de Dios(AZ)».

70 Dijeron todos: «Entonces, ¿Tú eres el Hijo de Dios(BA)?». «Ustedes dicen que Yo soy(BB)», les respondió Jesús. 71 Y ellos dijeron: «¿Qué necesidad tenemos ya de testimonio? Pues nosotros mismos lo hemos oído de Su propia boca».

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Footnotes

  1. Lucas 22:26 O el más joven.
  2. Lucas 22:27 Lit. se reclina.
  3. Lucas 22:27 Lit. se reclina.
  4. Lucas 22:43 Algunos mss. antiguos no incluyen los vers. 43 y 44.
  5. Lucas 22:50 Lit. quitó.
  6. Lucas 22:51 O Déjenme cuando menos hacer esto, y.
  7. Lucas 22:53 Lit. esta es la hora de ustedes y el poder de las tinieblas.
  8. Lucas 22:58 Lit. yo no soy.
  9. Lucas 22:64 O Profetiza.
  10. Lucas 22:66 I.e. Sanedrín.
  11. Lucas 22:67 I.e. el Mesías.

21 Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa. 22 A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado;(A) pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado! 23 Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí, quién de ellos sería el que había de hacer esto.

La grandeza en el servicio

24 Hubo también entre ellos una disputa sobre quién de ellos sería el mayor.(B) 25 Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; 26 mas no así vosotros,(C) sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve.(D) 27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve.(E)

28 Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. 29 Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, 30 para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.(F)

Jesús anuncia la negación de Pedro

(Mt. 26.31-35; Mr. 14.27-31; Jn. 13.36-38)

31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. 33 Él le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no solo a la cárcel, sino también a la muerte. 34 Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.

Bolsa, alforja y espada

35 Y a ellos dijo: Cuando os envié sin bolsa, sin alforja, y sin calzado,(G) ¿os faltó algo? Ellos dijeron: Nada. 36 Y les dijo: Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela, y también la alforja; y el que no tiene espada, venda su capa y compre una. 37 Porque os digo que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los inicuos;(H) porque lo que está escrito de mí, tiene cumplimiento. 38 Entonces ellos dijeron: Señor, aquí hay dos espadas. Y él les dijo: Basta.

Jesús ora en Getsemaní

(Mt. 26.36-46; Mr. 14.32-42)

39 Y saliendo, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también le siguieron. 40 Cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación. 41 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, 42 diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. 43 Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. 44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. 45 Cuando se levantó de la oración, y vino a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza; 46 y les dijo: ¿Por qué dormís? Levantaos, y orad para que no entréis en tentación.

Arresto de Jesús

(Mt. 26.47-56; Mr. 14.43-50; Jn. 18.2-11)

47 Mientras él aún hablaba, se presentó una turba; y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba al frente de ellos; y se acercó hasta Jesús para besarle. 48 Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre? 49 Viendo los que estaban con él lo que había de acontecer, le dijeron: Señor, ¿heriremos a espada? 50 Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. 51 Entonces respondiendo Jesús, dijo: Basta ya; dejad. Y tocando su oreja, le sanó. 52 Y Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los jefes de la guardia del templo y a los ancianos, que habían venido contra él: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y palos? 53 Habiendo estado con vosotros cada día en el templo,(I) no extendisteis las manos contra mí; mas esta es vuestra hora, y la potestad de las tinieblas.

Pedro niega a Jesús

(Mt. 26.57-58,69-75; Mr. 14.53-54,66-72; Jn. 18.12-18,25-27)

54 Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos. 55 Y habiendo ellos encendido fuego en medio del patio, se sentaron alrededor; y Pedro se sentó también entre ellos. 56 Pero una criada, al verle sentado al fuego, se fijó en él, y dijo: También este estaba con él. 57 Pero él lo negó, diciendo: Mujer, no lo conozco. 58 Un poco después, viéndole otro, dijo: Tú también eres de ellos. Y Pedro dijo: Hombre, no lo soy. 59 Como una hora después, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente también este estaba con él, porque es galileo. 60 Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó. 61 Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 62 Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.

Jesús escarnecido y azotado

(Mt. 26.67-68; Mr. 14.65)

63 Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban; 64 y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó? 65 Y decían otras muchas cosas injuriándole.

Jesús ante el concilio

(Mt. 26.59-66; Mr. 14.55-64; Jn. 18.19-24)

66 Cuando era de día, se juntaron los ancianos del pueblo, los principales sacerdotes y los escribas, y le trajeron al concilio, diciendo: 67 ¿Eres tú el Cristo? Dínoslo. Y les dijo: Si os lo dijere, no creeréis; 68 y también si os preguntare, no me responderéis, ni me soltaréis. 69 Pero desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios. 70 Dijeron todos: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Y él les dijo: Vosotros decís que lo soy. 71 Entonces ellos dijeron: ¿Qué más testimonio necesitamos? porque nosotros mismos lo hemos oído de su boca.

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18 No hablo de todos ustedes(A). Yo conozco a los que he escogido(B); pero es para que se cumpla la Escritura(C): “El que come Mi pan ha levantado contra Mí su talón(D)”.

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18 No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.(A)

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22 Los discípulos se miraban unos a otros, y estaban perplejos sin saber de quién hablaba(A).

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22 Entonces los discípulos se miraban unos a otros, dudando de quién hablaba.

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26 Entonces Jesús respondió*: «Es aquel a quien Yo le dé el pedazo de pan que voy a mojar». Y después de mojar el pedazo de pan, lo tomó* y se lo dio* a Judas, hijo de Simón Iscariote(A).

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26 Respondió Jesús: A quien yo diere el pan mojado, aquel es. Y mojando el pan, lo dio a Judas Iscariote hijo de Simón.

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